Jaume Morros
Gerente de Brunet Oliva
A pesar de las medidas aprobadas, el sector del transporte de mercancía por carretera continúa teniendo problemas por resolver.
En términos generales, ¿cree que el Real Decreto-ley de Medidas para la Mejora de la Sostenibilidad del Transporte de Mercancías por Carretera puede contribuir a mejorar la actividad de las empresas de transporte y de los transportistas?
En gran parte, las medidas aprobadas tanto el 21 de marzo como las acordadas el 29 de marzo sí que contribuyen a mejorar las condiciones del sector del transporte de mercancías por carretera. Pero, continúan habiendo ciertas carencias y, en cualquier negociación entre la administración y las empresas, siempre habrá puntos en los que estaremos de acuerdo, pero en otros no.
De las medidas aprobadas, ¿cuáles no acaban de dar respuesta a las reivindicaciones que el sector pide?
Los problemas más acuciantes que tenemos las empresas de transporte y los transportistas son, por un lado, el desmesurado y constante incremento del precio del combustible y, por otro, la carga y descarga del camión por parte de conductor.
Respecto al segundo punto, sí que se ha aprobado la prohibición de que el transportista cargue o descargue el camión si éste es superior a las 7,5 toneladas, así como una indemnización si se supera el límite máximo de una hora de espera para cargar o descargar. Pero la aplicación de estas medidas es ambigua porque se han de pactar con el cliente y, por ello, siguen estando en vilo, dado que no siempre es fácil negociar y no todos los cargadores están dispuestos a pactar.
Entonces, ¿esperan que haya cargadores que no quieran cumplir con las medidas aprobadas, especialmente en cuanto a la carga y descarga del camión?
Si bien es cierto que desde que empezó la pandemia en muchas empresas ya no dejaban bajar al conductor del camión durante la carga o descarga, si que continúan existiendo otras empresas que, por ser de pequeña dimensión, no disponen de personal en sus instalaciones para realizar esta tarea, motivo por el cual es el transportista quien la acaba haciendo.
También ocurre que las instalaciones de los cargadores están saturadas y, cuando llega el transportista, tiene que esperar cinco, seis o hasta, incluso, siete horas.
Por tanto, son situaciones complejas en las que, en realidad, no puedes llegar a pactar nada.
En cuanto al aumento del precio del combustible, ¿cómo está afectando a los costes de explotación de las empresas de transporte?
Aunque depende del tipo de actividad que realiza cada empresa de transporte, en términos generales, y con los incrementos que se han producido a lo largo del mes de marzo, estamos constatando que el gasto en gasóleo se ha duplicado, lo cual es una barbaridad.
A pesar de la bonificación de 20 céntimos por litro que se va a aplicar, la devolución mensual del gasóleo profesional o la revisión del precio del transporte en función del precio del combustible, estamos hablando de un desembolso de dinero muy alto para pagar el carburante, especialmente para aquellas empresas con flotas grades o que, por ejemplo, hacen transporte internacional.
En este sentido, las ayudas directas de 1.250 euros por camión para las empresas de transporte de mercancías de poco van a servir porque ese dinero ya nos lo hemos gastado hace tiempo en ir llenando los depósitos. Por tanto, son ayudas que no acaban de compensar todo el gasto que venimos asumiendo los que nos dedicamos al transporte.
Las empresas de transporte, ¿están trabajando por debajo de los costes reales que tienen?
Puede ser que haya empresas que lo estén haciendo, pero lo que está claro es que, si estás mucho tiempo trabajando por debajo de tus costes, estarás abocado a cerrar al cabo de poco meses.
También ocurre que algunas empresas no analizan bien cuáles son sus costes reales y, para conseguir una carga, bajan el precio sin tener la certeza de si les sale a cuenta o no realizar ese servicio de transporte.
¿Esto también tiene relación con la competencia desleal y las empresas buzón?
La competencia desleal de las empresas de transporte extranjeras o empresas buzón es otro de los problemas acuciantes en el sector. La actividad que realizan, que es conocida, debería perseguirse con firmeza y las inspecciones por parte de la administración deberían ser más constantes y efectivas.
Otro problema que tiene el sector y que todavía no ha sido abordado como debería es la falta de conductores…
Este es un gran problema que ya viene de lejos y en el que, quien ha fallado, es la administración porque ni ha motivado, ni ha incentivado esta profesión y tampoco ha habilitado facilidades para incorporar a las nuevas generaciones.
Para poder ser transportista, es necesario invertir bastante dinero antes de poder empezar a trabajar: el carnet TRADE, la renovación periódica del CAP y la formación continua, etc. ¿Qué jóvenes estarán dispuestos a ser profesionales del trasporte de mercancías si para serlo tienen que pagar?
Asimismo, además de los problemas actuales, ejercer esta profesión es difícil de compaginar con la conciliación familiar y es habitual que acabes trabajando muchas horas al día si, por ejemplo, has tenido que esperarte unas cuantas horas antes de que te carguen o descarguen el camión.
¿Qué otros puntos destacaría de la situación actual del sector del transporte?
El sector del transporte hace tiempo que ya presenta muestras de desmembración. Además, se caracteriza por multitud de empresas (grandes, medianas, pequeñas, micro y autónomos) y, ante todo esto, es muy difícil ponerse de acuerdo e, incluso, saber quien tiene más razón cuando hay problemas.
Todo acaba siendo bastante complicado porque lo que beneficia a unas empresas no favorece del todo o va en detrimento de otras.
Y es una lástima porque el sector del transporte tiene un impacto enorme en la economía de un país y, por esta razón, no debería ser tan difícil ir todos a una, al menos en unos puntos mínimos y en aquellos aspectos que son de interés común para todas las empresas de transporte y transportistas de mercancías.