El Decreto 3/2022 y la falta de conductores, a debate en el SIL

El jueves 2 de junio, en el marco del Salón Internacional de la Logística (SIL 2022) se celebraron dos sesiones que abordaron dos asuntos de interés para el sector del transporte de mercancías por carretera.

Por un lado, la sesión “Impacto del nuevo Real Decreto-ley 3/2022 en el transporte terrestre. ¿Dónde estamos y qué nos espera?” y, por otro, “El reto de la falta de conductores en una nueva economía logística”

Para analizar el “Impacto del nuevo Real Decreto-ley 3/2022 en el transporte terrestre. ¿Dónde estamos y qué nos espera?” intervinieron Jaime Moreno, director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Trasportes; Carmelo González, presidente del CNTC y vicepresidente de la CETM; y Jordi Espín, secretario general de Transprime. La sesión estuvo moderada por Josep Maria Fortuny, subdirector general de Ordenación del Transporte y Desarrollo Sectorial de la Dirección General de Transports i Mobilitat de la Generalitat de Catalunya.

Los ponentes analizaron el nuevo paradigma abierto con la publicación del Real Decreto Ley 3/2022 en el que se establecen unas nuevas condiciones en la relación entre cargadores y transportistas, y también comentaron los desarrollos reglamentarios pendientes y su futura configuración.

Jaime Moreno recalcó que el Decreto “es una herramienta que da estabilidad al sector y a las relaciones entre cargadores y transportistas” porque, a raíz de las disrupciones en las cadenas logísticas que estamos sufriendo, “la estabilidad y la certidumbre en estas cadenas es un valor en alza”.

Carmelo González indicó que la cláusula de revisión e indexación del combustible “generará conflictos” porque “nuestra relación permanente con clientes y cargadores es diaria, y el precio del combustible no para de subir”. Añadió que con el Decreto 3/2002 “se apacigua la conflictividad” y que “es un punto estructural de futuro”, pero hay que desarrollar todavía “otros muchos aspectos más reivindicativos que ponen el foco en un elemento esencial, que es el conductor”; “hay que conseguir dignificar al sector para que vengan otros profesionales”.

Jordi Espín se mostró favorable a la actualización obligatoria del precio del transporte en función de la variación del precio del carburante porque “es un estándar para los cargadores y, el hecho de que se gestione desde la normativa añade valor y genera que tengamos un campo de juego equilibrado y consensuado por y para todos”. Además, “añade confianza y transparencia en las relaciones entre transportistas y cargadores”.

Respecto a la ausencia de los cargadores en las negociaciones que desembocaron en los acuerdos y posterior Decreto, Jordi Espín reclamo que “debemos volver a sentarnos con el Ministerio y el CNTC y estar presentes en el diálogo” porque “somos parte de la solución”.

Por su parte Carmelo González indico que , en aquel momento “llegamos a un acuerdo” sin la presencia de los cargadores porque, quizás, “podían haber dificultado el acuerdo”. En cualquier caso, el presidente del CNTC reconoció que “tenemos que sentarse con los cargadores”, aunque recordó que, históricamente, siempre ha existido una relación compleja.

Así pues, de sus palabras se extrajo la conclusión de que el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) y las asociaciones de cargadores, por necesidad y convicción, volverán a sentarse en las mesas de diálogo que se convoquen.

Otro de los asuntos que se debatió por su trascendencia fue el de la implantación de las nuevas masas y dimensiones máximas autorizadas, proceso para el cual se ha dado un plazo de nueve meses en el marco de los acuerdos alcanzados en marzo.

El director general de Transporte Terrestre dijo que en el seno del Mitma “ya hemos tenido una primera reunión técnica con el CNTC y estamos pendientes de definir un calendario para la entrada en vigor gradual de las 44 toneladas, siempre con el objetivo de que ello no conlleve hacer importantes inversiones de golpe para las empresas del sector”.

Carmelo González corroboró esta información, pero insistió en que la implantación de las 44 toneladas “debe ser gradual” y que, por ello, deberán definirse “los tiempos y las especialidades para su progresiva entrada en vigor”. Asimismo, explicó que los acuerdos están cerrados y, refiriéndose a la altura máxima, recalco que, si esta “se ha puesto 4,5 metros, no permitiremos que se hable de 4,8 metros por intentar meter un palé más en el camión”.

Al respecto de los plazos, Jordi Espín fue crítico con el CNTC, alegando que “ahora que tenemos más nivelado el terreno de juego y las relaciones entre cargadores y transportistas, “¿por qué esperar más para implementar de las 44 toneladas?

El moderador de la sesión Josep Maria Fortuny, lanzó una última pregunta a los tres ponentes: “¿con qué os quedáis de los acuerdos y qué falta?

Jordi Espín indicó que los cargadores se quedan con el hecho de que “se han generado estándares, hemos reducido la emocionalidad y podemos entendernos”. Y respecto a lo que falta, señaló “que los cargadores estemos en las negociaciones porque somos parte esencial de la solución”.

Carmelo González se quedó con “la unidad del Comité nacional” y sobre lo que ha faltado indicó que “los conductores y la necesidad de formación y de dar visibilidad a todo el colectivo”

Jaime Moreno se quedó “con el compromiso que el Ministerio de Transportes ha demostrado a todo el sector del transporte para que sea sostenible en las vertientes social, económica y medioambiental” y declaró que lo que hace falta es “más comunicación entre todos”.

El reto de la falta de conductores en una nueva economía logística

Desde hace tiempo la escasez de conductores es uno de los acontecimientos que afecta al sector, y se ha ido acrecentando con la pandemia, el panorama mundial, y el ‘Brexit’, entre otros.

Según la información del IRU, la escasez de conductores en España podría alcanzar el 10,2% en 2021, frente al 7% del 2020, con una estimación de más de 400.000 conductores en Europa.

Para analizar la falta de conductores intervinieron: Rosa Romero, abogada y profesora especializada en transporte del Institut Jaume Mimó; Jesús Soriano, director de Logística y Transporte de FEIQUE; Damián Matute, director de TDR Jobs; Manuel Medina, cargador del sector retirado; y Alba Carré, CEO de Group Calsina Carré.

Los distintos ponentes coincidieron en destacar que para afrontar el futuro del sector es imprescindible dignificar la profesión y valorar a los conductores. Pero, para conseguirlo, las empresas de transporte, los cargadores y la Administración deben colaborar estrechamente y remar hacia una misma dirección.

De las diversas intervenciones también se extrajeron otras necesidades como, por ejemplo, que es imprescindible ofrecer estabilidad laboral a los profesionales, unas condiciones de trabajo que permitan la conciliación, además, un salario acorde al tiempo y a la responsabilidad que asuma cada conductor. Esta va a ser la única fórmula para que esta profesión recupere el atractivo que tenía hace años.

Por otro lado, también se puso de manifiesto que las distintas Administraciones tienen que reconocer esta profesión y que, por lo tanto, hay que desarrollar e implantar una Formación Profesional que incluya los permisos necesarios y en la que el conductor llegue a la empresa con los conocimientos suficientes.